sábado, 26 de septiembre de 2009

Vuelva usted mañana (a esta discográfica)

Tengo entendido que un post de hace algún tiempo en el que hablaba del pésimo funcionamiento de la industria discográfica ha levantado cierta polémica entre los trabajadores del gremio, así que antes de seguir escribiendo, advierto que no todos los que trabajan actualmente en las compañías de discos son unos ineptos aún queda gente inteligente, válida, entusiasta, brillante, por supuesto. Pero cada vez que tenga una anécdota relacionada con el bueno o mal funcionamiento de esta industria, la contaré en este blog. Será muy de vez en cuando porque ya no escribo prácticamente de música y cuando lo hago suele ser sobre conciertos (y las promotoras de música en vivo y los managers sí trabajan realmente bien e intentan favorecer al artista, no hundirlo). Pero creo que hablar de casos prácticos está bien y estoy tan estupefacta por lo que me ha ocurrido esta semana que lo cuento, porque me parece una metáfora de porqué las discográficas empiezan a sobrar en todo esto, lamentablemente, porque recordemos que Apple, Motown, Atlantic o 4AD o Factory, por poner ejemplos variados, fueron esenciales en la formación musical de muchos y en el éxito de un montón de artistas.
Cuento, sin citar nombres. Determinado medio de comunicación que está entre los tres más relevantes del país en el que vivimos me encarga un reportaje que les gustaría que estuviera ilustrado con una entrevista y una foto de un artista nacional (se le haría gran sesión de fotos y entrevista, lo cual supone dos o tres páginas de dicho medio de comunicación). Llamo a la discográfica del artista. Como ya sé como funcionan los departamentos de promoción, pregunto por el jefe de producto, me pasan con su buzón de voz, dejo un mensaje, espero todo el día y como no recibo respuesta, llamo al departamento de promoción. Cuento lo que quiero, me piden que mande un mail explicándolo por escrito porque se lo van a enviar a la oficina del artista, yo pregunto que si no prefieren que me ponga yo directamente en contacto con dicho manager y me dicen que no, que prefieren hacer ellos la gestión. Yo mando el mail pidiendo acuse de recibo. No me responden y yo, como soy pesada pesada, llamo de nuevo y después de casi una hora porque la centralita no funciona, llamo a un número al azar, cambiando la última terminación (pienso que si la centralita acaba en 00, habrá alguna extensión en 1o o 25 o así) por fin me lo coge alguien y esa persona me pasa amablemente con el departamento de promo. Allí me dicen que sí que les ha llegado el mail y que se les ha olvidado contestarme con un ok para confirmar que estaba en su poder. Bueno... Esto ocurre un martes. Dejo el miércoles de cortesía para que se lo piense el artista y el jueves por la tarde mando un mail preguntando que cómo va lo mío y recordando que necesito una respuesta esa misma semana para si no, buscar a otra persona. Nadie responde. Llamo por tf el viernes, dejo varios mensajes en el buzón de promo... ya, hasta las narices, me entero de quién es el manager ese artista y le llamo. Le pregunto si se han puesto en contacto con él desde la discográfica, me dice que no, alucinado (recordemos, yo había hablado con ellos el martes y estoy hablando con el manager el viernes por la tarde). Le explico y exactamente a los 15 minutos tengo una respuesta afirmativa. Hacemos el reportaje.
Sinceramente, el viernes por la mañana pensé en pasar de ese artista. Vamos, que tampoco era tan complicado conseguir otro. Pero como ya no me fio de nadie, pensando que a lo mejor la persona de promo no había movido un dedo, hice ese último intento. Eso yo, porque sé lo importante que puede ser para un artista una promoción de este tipo y también porque no estoy en una redacción con una presión terrible. Sinceramente, si hubiera estado hasta arriba de trabajo probablemente hubiera pasado de andar buscando el contacto de su manager y hubiera ido al siguiente de la lista, sin problema.
En fin, esto demuestra que actualmente en algunos casos (no todos, claro, pero últimamente de 5 cinco veces que he tenido que tratar con ellos, 3 han fallado estrepitosamente) los actuales responsables de la difusión de un disco, con su ineptitud, lo que hacen es fastidar, cosa que hace años era impensable. Sí, es posible que esa persona de esa discográfica gane pues no sé, ¿800 euros al mes? si, es muy poco dinero. Pero, vamos, si directamente no va a hacer su trabajo, que lo diga: "Mira, ahora mismo no está en promoción ese artista y es mejor que hables con su manager, su teléfono es tal" y ya está.
La discográfica es una multinacional y el artista ha llegado a uno de los puestos más altos de las listas, es, sin duda, uno de los objetivos de la compañía. Vamos, que no hablo de un músico desconocido de una compañía diminuta, donde eso, seguramente no habría sucedido.
Pues eso, que esto empieza a parecerse a la burocracia, al anecdotario del "vuelva usted mañana" de los funcionarios. El problema es que aquí no está en juego una fotocopia compulsada sino la vida de un artista. A todo esto, el artista en cuestión no es en absoluto de mis prefieridos. Lo respeto pero advierto que no escribo esto con el corazón, horrorizada porque a mi admirado tal no le hacen caso, no no se trata de eso.

11 comentarios:

Adrian Vogel dijo...

El problema es que esa persona de promo está ocupando un puesto para el que no sirve. Gane lo que gane le quita un salario a una persona con más ganas. Quien ganando más o menos le pondría mas esfuerzo y cariño a su trabajo.

Miguel B. Núñez dijo...

Pienso como Adrian, cuando encuentras alguien que ama su trabajo, todo va sobre ruedas.

Encima es frustrante que pasen estas cosas porque en estos tiempos en los que no se vende ni un disco, digo yo, que lo más importante es la promo... que se te vea, vamos... y en fin...

Lo mejor, desde luego, siempre es el contacto directo con el artista, si es posible, o con el manager, como hicíste tú.

:)

Beso!

Silvia Grijalba dijo...

Totalmente de acuerdo con ambos. Pero respecto a ponerse en contacto con el artista. En el caso de gente no muy conocida, sí, claro, porque uno sabe que cualquier promo les viene bien o incluso a lo mejor no tienen manager. Pero yo con eso soy mega super cuidadosa. De los artistas muy populares de los que tengo el móvil y cierta amistad, jamás les llamo directamente para algo profesional. En el fondo les estás poniendo en un compromiso y eso no me parece bien, si tienen que decir que no, que lo diga el de promo o ahora, claro, el manager, que para eso están, para hacer de polis malos :)

Miguel B. Núñez dijo...

Te entiendo.

De poli malo, por cierto, tuvo que hacer algun manager nuestro en cierta ocasión... cuando en un famoso festival se olvidaron de eso de tratar a todos por igual.

Y no veas cómo agradecí en esos momentos tener manager, la verdad.

Manu dijo...

Qué tema más oportuno... Yo también podría contar mil anécdotas parecidas porque a diario tengo que gestionar asuntos con músicos, actores etc... Y después de unos años he determinado que la mejor forma de conseguir la cosas es tener los teléfonos de los artistas,directamente. Los llamas, le cuentas la película y luego que te remitan a la persona con la que se ultiman los detalles. Sé que no se puede hacer con todo el mundo, pero poco a poco, no es tan difícil, ya que para ellos es peor perderse algo importante por culpa de alguien de la discográfica que dedicarte 10 minutos de su preciado tiempo. Saludos.

Manu dijo...

Y, claro, si es alguien muy popular y tienes cierta amistad, mejor resulta hablarlo en confianza, si no le interesa, pues nada. Es la única forma de saber si a ese alguien le interesa o no determinada propuesta. Y si lo que tienes es su email, mejor aún...

No obstante, llevas muchos más años que yo en esto y tus razones tendrás...

Saludos

Manolo D. Abad dijo...

Creo que son peor que la burocracia. Y estoy con Adrian Vogel, el problema es que -como me contó en su día otra estrella rockera- muchos de estos individuos van rulando durante años de una empresa a otra, sin ton ni son y, a veces (muchas de ellas), ascendiendo en el escalafón de las compañías. Lo que me parece es que mucho de lo que les ocurre es, única y exclusivamente, por su culpa.

Silvia Grijalba dijo...

Manu, la cuestión por la que prefiero no ponerme en contacto con los que tengo más confianza es porque a veces, con un lanzamiento grande, tienen un plan de promo que incluye determinados compromisos con medios de comunicación o en otros casos, al artista en cuestión, por lo que sea, no le apetece aparecer a lo mejor en un reportaje que no es especificamente promoción de su trabajo, si no algo más amplio. Por eso prefiero no poner a nadie en un compromiso, básicamente porque si no les apetece hacerlo a lo mejor en el momento te dicen que si, por no quedar mal, pero luego la respuesta va a ser que no en cualquier caso. Y yo lo entiendo, creo que separar lo profesional de lo personal es esencial.

Manu dijo...

Te entiendo perfectamente, Silvia. A veces hay que darle muchas vueltas a lo que es más conveniente. Yo llevaba tres semanas para entrevistar en mi programa a dos actores muy conocidos, que están de estreno con una película. En la agencia de comunicación que les lleva me decían que se lo habían hecho llegar a sus representantes personales y que ún no tenían respuesta de agenda. Total, que harto de esperar, en lugar de llamar a sus representantes, llamo directamente a los actores (porque ya han venido varias veces y tenía sus móviles personales) y me dicen que no les habían pasado las propuestas y que están encantados de volver porque siempre que han venido se fueron muy satisfechos. El caso, que la burocracia era un estorbo entre un programa y unos actores que querían reencontrarse. Saludos

Sergio Sánchez dijo...

Un claro ejemplo de la decadencia de las multinacionales y su sistmea burócrata de hacer dinero fácil y rápido. El artista es el último mono.

the cosmogonic escrotolitum dijo...

yo creo que el problema es que son españoles, no discográficas